Destierro

Entre un estornudo y una mala actuación se encuentra la sonrisa tan real como fingida. No es una promesa, sólo una confusión de palabras y momentos que, cómo tantos otros, se enrreda en un calendario sin año. Una de tantas historias qué antojan una huida, silencio, y esperanza de qué el reencuentro sea menos cercano y vacío de prejuicios.

Mentira.

Contar un verdad a medias es igual que no decir todas las palabras. Uno se queda con el no en la garganta porque esos momentos prometen. Pero cuando también está en juego la amistad, o algún encuentro casual, no se quiere perder el cariño y las consecuencias insomnes resultan un castigo por faltar a una promesa personal.

Tentaciones que son más poderosas. ¿Quién te dijera que, aunque fuera por un vil juego,  habría opciones?

Un deseo en dos tiempos cuando lo que grita la conciencia cobra importancia sobre la voluntad. No son emergencias del corazón, sólo oportunidades a destiempo.

¿Quién eres tú para juzgar mi decisión tras una negativa? Es tan cómoda la distancia para erguir qué se toma por hecho la cercanía.

Es una historia triste muy mal contada, pero más que evocar una ternura ansiada, termina con recelo y silencio.

Que lo sepas, soy feliz.

Posted from WordPress for Android

Un comentario en “Destierro

  1. Pinocho terminó dándole cran a Pepe grillo con un zapato, y no le fue tan bien. La culpa es un mal invento, pero algo bueno se puede sacar del mismo. El insomnio por tormentas internas no es nada bueno (de menos saca ojeras). ¿Por qué tiene que ser la vida una constante disyuntiva que salta a morder directo en la yugular? Sepa, pero así es la vida, cuestionamientos constante y replanteamientos a cada pasa. A veces es mejor estar por la zona de Baloo y de Don Gato. Pero no todos podemos.

Deja un comentario