Me despido de mi

En una carta sin nombre…

«Es sin ganas que te escribo, pero un reproches más sería ridículo. Has de saberlo, más vale así que en una terapia, pero no es por falta de cariño, sino porque lo que sobra es la imaginación. Mañana será temprano y seguramente madrugues acompañado, pero cuando leas lo que no te quiero escribir, volveré a estar jugando a que soy fuerte.

Hoy cuando te mirabas en mi reflejo en el espejo, eras tan tú que dejé de mirarme. Cuando mañana me veas, ya no será mañana, sino ayer, cuando para definirte sobraba yo. Pero que sepas que no es que te debieras a mi, ni que yo te cobrase la voluntad de tu respiración, sino porque el orgullo que me mantiene no te soporta sin mí. Por eso te odio. Hasta ahora creí que era yo, que era la inseguridad de la intimidad lo que te aferraba a lo único que conocías. Aquí mandaba yo incluso cuando te decía «no lo sé». Por eso me voy, y me voy tan peinada como nunca me viste, porque sé que hoy el viento pasa de mi.

No te infles de orgullo, porque no ganaste tú, perdí yo, pero no a ti, sino a mi. Era porque tú eras de mí, para mí, para conmigo.

Estoy orgullosa de ti, de mi, porque te empujé hasta que ya no eras mi sombra. Yo, no puedo ser la tuya, no puedo ser débil para ti, no puedo saber que tiene el control, y ahora te toca a ti. Por eso me voy.

Por eso te lo digo.

Porque mereces más que una almohada fría, más que ropa en el tendedero. Pero no porque yo quiera, sino porque te perdí cuando un día te busqué para encontrarme. Eso no, no puede ser para mí.

Quiero creerte que soy tu motivo, no tu capricho, porque capricho eras tú, y motivos los costumbristas.

No digo adiós por un orgullo cínico, pero te dejo una colonia que era tu perdición, pero no quiero perder a otro, ni encontrarme así, en la colonia.

No me esperes. No me digas,  que haré lo contrario. Pero átate los cordones y deja ese pantalón que te queda grande, sacúdete las migas del bigote y esconde la cartera, que yo no seré quien te acomode el nudo de la corbata, ni te peine la ceja.

Ya me peinaré cuando el viento me arranque la peluca, y la calva al sol sea demasiado brillante. Me voy con mi intimidad a otra parte, conmigo, donde esté segura de no ser comparada, medida o juzgada. Me voy conmigo, sin ti conmigo, sin mi contigo, a otra parte.»

Long night writing by travesabarros
Long Night Writing, a photo by travesabarros on Flickr.

Deja un comentario